En 1992 se creó NTT DoCoMo, actor principal en el crecimiento de la industria de las telecomunicaciones
La compañía de telecomunicaciones NTT DoCoMo cumple 20 años este mes.
¿Qué tanto ha cambiado el mercado de la telefonía móvil japonesa en las
últimas dos décadas? El diario Nikkei aprovecha al aniversario para
hacer un poco de historia.
Nippon Telegraph and Telephone abrió una división de operaciones
móviles en 1992, cuando la penetración en el mercado era de solo 1 por
ciento. Desde entonces, el negocio de las telecomunicaciones ha crecido
exponencialmente. Por citar solo una cifra, en marzo de este año el
número de contratos de telefonía móvil en Japón superó a la población
nacional.
El hogar medio japonés de dos o más personas en las zonas urbanas
gasta aproximadamente 12.000 yenes por mes en telefonía móvil, lo que
representa aproximadamente el 4 por ciento del egreso total del hogar.
Esta cifra se ha duplicado en los últimos veinte años.
DoCoMo ha sido actor fundamental en estos veinte años, con altas y bajas.
“Una vez que nuestras necesidades materiales están satisfechas, los
seres humanos buscamos satisfacción espiritual en forma de información,
conocimiento y entretenimiento”, dijo una vez Koji Oboshi, el primer
presidente de DoCoMo.
Oboshi, inspirado por el éxito del walkman de Sony, lideró el
desarrollo del servicio de internet móvil i-mode, que enganchó a 50
millones de usuarios en su primera década.
“Muéstrame una empresa de telecomunicaciones que no quiera i-mode”,
dijo con gran confianza el expresidente de DoCoMo, Keiji Tachikawa, en
2000.
No obstante, el éxito de los innovadores servicios para telefonía móvil en Japón no pudo replicarse en el exterior.
Bajo el mandato de Tachikawa, DoCoMo intentó infructuosamente
establecer el i-mode y el protocolo W-CDMA para redes de
telecomunicaciones móviles 3G como estándares globales.
Tachikawa se refirió a la fallida experiencia como “el costo de la
educación”. DoCoMo perdió más de 1 billón de yenes y retiró sus
inversiones en el extranjero en 2002.
Las compañías de telecomunicaciones japonesas desarrollaron
tecnología que solo fueron capaces de hacer funcionar en su país (por
eso la denominaron industria Galápagos, en referencia a las islas
ecuatorianas donde crecen especies únicas en el mundo), motivo por el
cual quedaron rezagadas en el mercado mundial.
Los teléfonos móviles de Japón podrían haber evolucionado hasta
convertirse en algo similar a los iPhone, subraya Nikkei. Sin embargo,
cuando Apple estaba comenzando a desarrollar los smartphones, la
industria japonesa siguió concentrando su artillería en servicios que
sólo atendían a las necesidades de los consumidores locales.
Más tarde, DoCoMo negoció con Apple para comercializar el iPhone en
Japón, pero finalmente no llegaron a ningún recuerdo. Softbank no
desaprovechó la oportunidad. Su presidente, Masayoshi Son, se entrevistó
personalmente con el mítico fundador de Apple, Steve Jobs, para
conseguir el derecho de vender el iPhone, lo que contribuyó a que
Softbank conquistara mucho terreno en el mercado de la telefonía móvil
en Japón.
Sin embargo, DoCoMo no se ha quedado dormido. Por lo pronto, se ha
asociado con empresas extranjeras para expandir sus operaciones
internacionales en el mercado de los smartphones, y planea lanzar, este
otoño, un teléfono móvil que puede traducir la voz a tres lenguas
extranjeras.
Asimismo, está desarrollando un controlador que, usado como gafas o
lentes, permite a los usuarios operar sus teléfonos con los movimientos
de sus ojos. ”Estamos desarrollando los teléfonos que reemplazarán a los
smarpthones”, asegura Seizo Onoe, jefe de investigación y desarrollo de
DoCoMo. ”Para el año 2020, los consumidores sólo necesitarán un
teléfono único para manejar todo en su vida diaria”, finaliza.